Jodi Cobb, dedicó unos de sus trabajos al estudio del concepto de belleza en las diferentes culturas alrededor del mundo.
En él se abordaba desde la investigación científica sobre la importancia de la simetría en la supervivencia de las especies hasta la importancia económica que tienen los cosméticos en la economía global.
Jodi Cobb no sólo ha fotografiado los modelos de belleza de los desfiles de moda, sino también los de las culturas, que emplean la escarificación, el vendado de los pies, la inserción de platos en los labios, el piercing y los tatuajes como símbolo de belleza, fertilidad o resistencia a la enfermedad. Para realizar este reportaje tuvo que viajar por diez países, incluyendo algunas de las zonas más remotas de África y Papúa – Nueva Guinea.
Aunque ha hecho fotografías en regiones aisladas, la mayoría de las imágenes las ha obtenido en lugares no tan perdidos, como Hong Kong y Venezuela.
Cuando no cubría actos concretos, captaba sucesos cotidianos que relejasen la cultura y las costumbres populares propias de cada nación. “Cada país es diferente; en algunos, a la gente les gusta ser retratada, y en otros, no”, dice. Donde no existen las barreras culturales, suele empezar con retratos espontáneos cuando advierte una situación interesante o establece relación con alguien. “Me resulta más fácil pedir perdón que pedir permiso”, añade. Después, si es necesario, da la explicación a través de un intérprete, aunque suele bastar con una sonrisa y un gesto simpático.
El punto fuerte de Jodi Cobb es su capacidad para captar la vida íntima de las personas, un proceso que cuesta mucho más tiempo y trabajo que hacer fotos en un mercado. “Las mejores fotografías las haces cuando tratas a la gente de tú a tú”, explica. Los efectos especiales no forman parte de este tipo de fotografías. “Quiero que el espectador sienta algún tipo de emoción, sin ningún tipo de truco técnico”, insiste. Su filosofía en cuanto al equipo fotográfico es igualmente simple y directa. Jodi Cobb prefiere prescindir dela complejidad técnica. Suele trabajar con un viejo zoom Nikkor 80’200 milímetros f/4.5 y una Nikon N90s, con flash de relleno cuando es necesario. “A mí modo de ver, los nuevos zooms autofoco f/2.8 y las cámaras profesionales son demasiado pesados y voluminosos”, dice. “Para fotografiar a la gente necesito un equipo poco aparente, pequeño y compacto; no quiero flashes y foco por todas partes dentro de la pequeña habitación de una geisha o en los camerinos de un desfile de moda.”
Utiliza el flash a menudo, pero sólo para añadir una pincelada de luz. A veces lo dispara sobre una exposición larga; otras, usa filtros de color. El destello produce una dinámica sensación de movimiento, gracias a que gran parte del sujeto queda nítida.
Jodi Cobb está entre las primeras – y primeros- fotoperiodistas que entraron a Arabia Saudita.
Fotografío a las mujeres, frecuentemente sin velo, revelando vidas ocultas (octubre 1987). “Las mujeres están tan reprimidas en esta cultura.. Les pedía permiso para fotografiarlas, pero tenían que preguntarles a sus maridos o guardianes; de lo contrario se enfrentaban al divorcio, la pérdida del pasaporte o al destierro.” Más o menos el 90% se negó, pero Jodi persevero y finalmente pudo fotografiar a alguna mujer con la ayuda de un periodista que “le abrió todas las puertas”. El éxito del reportaje la animó a intentar mostrar otra sociedad oculta varios años más tarde. Después de fotografiar a una geisha en Kioto, Japón, Jodi decidió que este tema tenía el suficiente potencial para hacer un libro entero. Dejo por un tiempo la National Geographic y empezó el proyecto con una beca de Eastman Kodak.
Un contacto inicial le ayudo a introducirse en un mundo completamente cerrado a los extraños.
“La profesión geisha depende de un estricto código de silencio”, explica, “y ellas no quieren compartir sus vidas o secretos con el mundo exterior”. Poco a poco fue abriéndose camino, convenciendo a una de ellas para que se dejara hacer sólo una fotografía después otra, luego una tercera, y así sucesivamente.
Su nueva amiga le ayudo a persuadir a otras geishas reticentes a ser fotografiadas. La retrato dentro y fuera del escenario, en sus casas y en sus citas. Para complementar las fotografías, Jodi Cobb grabó la historia de sus vidas dejando que hablaran ellas mismas, para presentarlas como individuos en vez de como estereotipos. Las fotografías y los textos se publicaron en 1995 en el libro Geisha: The life, the voices, the art, que ganó el Special Achievement Award de la American Society of Media Photographers. National Geographic publicó extracto del libro (octubre 1995), que deja vislumbrar la intimidad de las vidas y de las ceremonias privadas de estos íconos tradicionales de la cultura japonesa. El éxito de Jodi la ratificó como la persona ideal para cubrir el reportaje sobre los conceptos de belleza, que ella misma propuso.
“Me gustaría realizar más trabajos que acercasen a hombres y mujeres al entendimiento mutuo. En muchas partes del mundo, las mujeres viven en un anonimato absoluto, y yo quiero registrar sus dificultades y celebrar sus triunfos. Los hombres creen que no están interesados en este tema, pero cuando ven las imágenes de las mujeres saudíes o de las geishas, se dan cuenta de que en realidad el tema les fascina. Creo que es importante que la gente se dé cuenta”
Peter K. Burian
Consejos fotográficos de Jodi Cobb
- - Debemos fotografiar lo que realmente nos interesa, algo por lo que sentimos pasión. Analicemos nuestros sentimientos sobre el sujeto y nuestras razones para fotografiarlo. Si fotografiamos una flor soló porque es bonita o una montaña porque identifica el paisaje, nuestras imágenes no revelarán más que la superficie del tema.
- - Si o dominamos del todo las bases de la fotografía, merece la pena hacer un curso para controlar al menos la parte técnica. Sí sabremos que equipo necesitamos para cubrir nuestras expectativas.
- - Aunque nuestro único propósito sea hacer fotografías de monumentos conocidos, es necesario comprometerse con la situación. Hay que buscar la luz y experimentar con técnicas, objetivos perspectivas o modos de iluminación diferentes para ir más allá de las fotografías tópicas o de recuerdo.
- - La luz de amanecer y del atardecer es la más bonita, pero podemos hacer fotos durante todo el día. Al medio día desde un posición elevada y en picado; con luz dura, a la sombra o en interiores; si se producen sombras fuertes, con flash de relleno. Hagamos algo interesante, podemos beneficiarnos de cualquier tipo de iluminación si somos creativos.
- - Examinemos nuestras fotografías con detenimiento y aprendamos de los errores con el fin de corregirlos la próxima vez. Probemos algo más experimental y efectista.
- - Recordemos fotografías interesantes en concreto. ¿Es la iluminación? ¿Es el exotismo del lugar? ¿Es la gente? ¿Qué nos inspira esas imágenes?